En cuanto al concepto es necesario preguntarse ¿de qué se quiere hablar?

Si bien el foco principal estará determinado por las elecciones de dirección y puesta en escena hay que plantear un tema principal, por ejemplo en Romeo y Julieta se podría hablar del amor idílico, de la diferencia de clases sociales, las guerras entre familias y de múltiples temas más que aborda la obra siendo muy conscientes de la propuesta, ya que si se escoge una obra como Romeo y Julieta para abordar un tema como la revolución tecnológica probablemente el concepto no esté en relación con la obra.

Por eso es crucial analizar desde lo conceptual, de que se quiere hablar y una vez enfocados en esto se puede comenzar a proyectar nuestros objetivos.





En pro de tener un horizonte claro se debe definir qué se quiere lograr con la obra, ¿educar respecto a un tema?, ¿evidenciar problemáticas?, ¿divertir y entretener?.

Sin importar el objetivo que se tenga es importante mantenerse fiel al mismo, con la oportunidad de evolucionar, pero cambiar de objetivo durante el proceso no es la mejor manera de hacerlo funcionar, ya que eso puede modificar los alcances.












Por ejemplo, si hemos decidido montar La Dama Boba enfocados en la importancia de reconocer y respetar las decisiones autónomas femeninas, en un principio para público adulto y durante el proceso consideramos interesante hacer una versión para público infantil en condición de discapacidad visual, se debe tener en cuenta que es un cambio que indica múltiples modificaciones desde la concepción del proyecto, tales como la adaptación del texto para una mejor comprensión por parte de los niños, un formato enfocado en lo sensorial desde el tacto y la escucha, un proceso de análisis, e interpretación del verso preciso y un montaje desde el sonido binaural para la estimulación sensitiva.

Si bien ambas posibilidades presentan valores diferenciales, la ejecución de las mismas es sustancialmente diferente desde el leitmotiv.


Es vital definir desde el principio hasta dónde se quiere llegar con la obra, teniendo en cuenta también el público objetivo en relación con la propuesta de valor.

Existen tres tipos de públicos, de acuerdo con Algán (2019) tenemos el público apóstol que es aquel que sigue el trabajo de la compañía, gusta del mismo, busca comunicar y compartir su experiencia positiva, está el público detractor que es aquel que dista de las propuestas de la compañía y no recomendaría la función, y finalmente el público indiferente que no toma partido alguno; en lo que se refiere a esta clasificación es importante enfocar la propuesta en el público apóstol con posibilidad de “evangelizar” público indiferente.

El alcance también está relacionado con la proyección de inversión financiera vs. la expectativa de ingresos y ganancias, la cual se calcula por medio del análisis del punto de equilibrio; el punto de equilibrio es igual a: Costos fijos / (precio entrada – costo variable), siendo el resultado entre 0 – 0,5 muy viable, entre 0,6 – 1 viable con riesgo y mayor a 1 completamente inviable; de estos factores dependerá una proyección positiva de los alcances del proyecto.

*Algán, R. S. (2019). Mercado teatral y cadena de valor. Proteatro.



Es importante planificar encuentros virtuales, propuestas creativas vía Google Drive, pruebas en diferido, entre otras y de esta manera poder estimar tiempos y recursos de bienestar como transportes, locaciones, alimentación, equipos y conexiones a internet con características específicas en transferencia de datos.


Seguido de la proyección de alcances es necesario determinar cuál será el modelo de trabajo, ¿virtual?, ¿presencial?, ¿mixto?, ¿multiplataforma?.

Esta decisión nos permitirá definir qué aspectos y personal debemos convocar para el proyecto.

Rodaje escena final, La Dama Boba
Propuesta de Story board por Google Drive