El modelo de producción de espectáculos teatrales para la virtualidad nos permite abrirnos a nuevos públicos y llegar a personas amantes del teatro que por alguna razón, ya sea médica, de movilidad, o por distancia no podían acceder y ahora podrán hacerlo desde la comodidad de sus casas, a tan solo un clic de distancia.

Lo anterior, genera una experiencia diferente en el espectador, pues está integra la comodidad de su espacio personal para entablar una comunicación desde la esfera digital, acortando las brechas espacio-temporales, traspasando fronteras y posibilitando la circulación internacional de obras y procesos creativos de las compañías desde la virtualidad, promoviendo la democratización del teatro y cautivando un sin número de públicos diversos.


Si bien el número de visualizaciones no determina el éxito de una obra, si puede ayudar a generar proyecciones para temporadas futuras; se debe tener muy presente el balance administrativo y contable, ya que esté nos permite determinar las ganancias o déficits económicos al finalizar la temporada estableciendo una proyección de que sucederá con el proyecto, validando la viabilidad del mismo en un mediano y largo plazo.

Así mismo, es importante echar un vistazo a las conexiones, convenios y asociaciones que han surgido a lo largo de la producción, ya que estas contribuyen a la proyección de la obra; una buena relación con los medios de comunicación, espacios de creación y plataformas de distribución puede generar oportunidades de repercusión en futuros espectadores.

Quizá estos nuevos públicos ya han sido seducidos por la campaña de expectativa, pero no han llegado a adquirir la obra, lo anterior puede contribuir a un proceso de preventa, asegurando el éxito de futuras temporadas con bajos costos de mantenimiento de la obra, teniendo en cuenta que el rubro de la producción de arte ya fue invertido y se cuenta con esos elementos para las demás temporadas, liberando el ingreso por taquilla a modo de ganancias.